Ya estamos en Carnaval y con todo lo que esto conlleva; diversión y buena mesa —que aunque no está escrita, es una ley que se cumple a rajatabla—; también, en nada se nos presenta aquí la Semana Santa con sus torrijas, monas y roscas…
¡Uf!, ¡y aún tengo turrón de la Navidad…!
He estado rebuscando entre mis notas y archivos alguna receta de orejas de carnaval que me convenciera, pero al final me he decidido por la de mi madre, me parece más fiable. A estas alturas los escaparates de las panaderías, pastelerías y confiterías gallegas están repletos de bicas, flores, cañas, filloas, … y de estas crujientes porciones de masa frita cubiertas de azúcar. —Pero ya sabes que para mí todo lo hecho en casa tiene más merito—
Como he dicho antes, he elegido esta receta de orejas porque me ofrece más garantías de éxito, es la de mi madre y ¡le salen que te mueres!, estoy segura de que si te animas a hacerlas te saldrán tan bien como a ella —aunque he traducido sus cantidades—. Para que te hagas una idea, su explicación de la receta es algo así: “…haz un volcán con la harina, como de una cuarta de alto, y añádele una puntita de levadura en polvo, dos nueces de mantequilla y poco a poco agua templada salada, la que admita…”. ¡Creo que ya me entiendes!
Necesitas:
- 2 huevos
- 150 agua templada
- 500 g de harina
- 1 cucharadita de levadura química en polvo
- 30 g de manteca de vaca fundida (puedes sustituirla por mantequilla)
- 30 g de mantequilla a temperatura ambiente
- 2 cucharadas de anís o aguardiente
- Una pizca de sal
- La piel de medio limón
- Aceite (girasol, oliva, el que prefieras)
- Azúcar glas o en polvo para adornar
Como se hace:
-En un cuenco amplio pon la harina y la levadura, haz un hueco en el medio y añade los huevos, la manteca o la mantequilla fundida (solo 30 gramos, reserva los otros 30), el agua templada en la que habrás disuelto la sal, y el anís. Mezcla los ingredientes con una cuchara de madera o con la mano, hasta que consigas ligarlos ligeramente.
-Cuando la masa se despegue de las paredes del cuenco vuélcala en la mesa, aplástala un poco, añádele trocitos de la mantequilla reservada por encima y ve trabajándola hasta que absorba la grasa por completo (a esto mi madre le llama gramar la masa),
-Te quedará suave y manejable.Tanto si lo haces a mano como si utilizas una amasadora, trabaja la masa entre 5 y 8 minutos, de esto dependerá gran parte del éxito de la receta.
-Haz una bola, cúbrela con film o un paño seco y déjala que repose como una hora a temperatura ambiente. —Si la vas a usar más tarde, incluso al día siguiente, guárdala en la nevera y sácala una hora antes de que la vayas a utilizar—.
Una vez reposada la masa ponla en la encimera, ve cogiendo trozos pequeños y estirándolos mucho con el rodillo, tienen que quedar muy finos. Con un cuchillo corta porciones de 15 × 20 cm. Si se te pegan a la mesa embadúrnala con un poco de aceite.
-Pon abundante aceite en una sartén con bastante fondo, espera a que esté un poco caliente, pero que no llegue a humear, e incorpora la piel del medio limón. Cuando empiece a tomar un color ligeramente tostado por los bordes retírala y ya puedes freír tus “orellas de Antroido”.
-Echa en la sartén la primera tira de masa, con la ayuda de un tenedor pliégala por un lado para darle la forma característica de una oreja.
-Fríelas por un lado y dales la vuelta para que lo hagan por el otro. Ten mucho cuidado porque al ser las porciones tan delgadas se fríen enseguida y al mínimo descuido se queman.
Cubre un cuenco con papel de cocina y ve colocando ahí las orejas que vayas friendo. Pásalas después, ya bien escurridas, a una fuente y espolvorea azúcar glas por encima. Repite este proceso hasta acabar toda la masa.
Sugerencias:
Te parecerá una bobada lo de añadir al aceite la piel del limón, pero si lo haces comprobaras el agradable sabor que coge la fritura. Hay quien pone ralladura de limón o naranja ya en la masa, aunque tanto mi madre como yo preferimos añadir la piel al aceite.
No es un tipo de preparación que aguante mucho tiempo, es mejor que se consuman en el mismo día. Pero en todo caso, se conservaran mejor si las guardas en un recipiente hermético, y como mucho por un par de días.
No dejes de hacer este postre tan tradicional, sobre todo si tienes niños porque a la mayoría les encantan. Y también porque no podemos dejar que se pierdan nuestras tradiciones. Creo que es bueno presumir de nuestra gastronomía tradicional y mantener el patrimonio gastronómico, seas de la zona que seas.
¡¡¡Y que viva el carnaval!!!
Las hice ayer y bueniiiiiiiisimas!!!!!😋😋😋
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Veo que ya estás preparándote para los carnavales. Muchas gracias por pasarte.
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Si, y el próximo finde me pondré con tus filloas.
A ver que tal me salen , tengo ganas de probarlas.
saludos .
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Verás como no tienes problemas. Otro saludo.
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