Necesitas:

  • 1 pollo (sin trocear) de 1 kilo y medio, más o menos
  • 1 limón
  • Aceite de oliva
  • Sal y pimienta

Para la guarnición — optativo—:

Castañas

  • 200 g castañas
  • 1 vaso de leche
  • 1 ramita de hinojo (el «fiuncho» de toda la vida, en mi tierra )

Hortalizas — puedes sustituirlas por las que más te gusten o tengas a mano—:

  • 5 o 6 zanahorias,
  • 1 pimiento rojo
  • ¼ calabaza violín
  • 1 berenjena
  • 2 o 3 chalotas
  • 1 cabeza de ajo cortada a la mitad
  • sal, pimienta y aceite de oliva

Hoy vengo con una de esas recetas que gustan a prácticamente todo el mundo, con muy pocos ingredientes y además fáciles de conseguir, un plato de escasa dificultad, económico y muy sabroso. — Y para mi todo un clásico de las comidas de domingo en familia —

Esta receta, bastante básica, es la que siempre ha hecho en casa mi madre y yo apenas la he variado porque no lo necesita. En cocina estamos acostumbrados a ver múltiples versiones de una misma receta y esta no es una excepción. Entre los cientos ¡si es que no hay más! de recetas de pollo asado que puedas consultar, el adobar un pollo entero y meterlo en el horno para que se cocine en los jugos que va desprendiendo durante la cocción, parece que es el procedimiento más usual.

El éxito de este plato está en lograr un pollo de un apetecible color dorado, con la piel crujiente, muy sabroso y jugoso incluso en la parte de la pechuga. Algo que sin duda podrás conseguir si sigues estas sencillas indicaciones, independientemente de la mucha o poca pericia que poseas en esto de la cocina ¡¡Garantizado!!

La guarnición es lo que hace que un plato corriente se eleve a otro nivel. Puedes elegir no complicarte; una ensalada, por ejemplo, es una buena opción, o las clásicas patatas fritas que siempre son un acierto, sobre todo entre los más pequeños de la casa. Pero verás que yo he decidido acompañar este maravilloso pollo de unas castañas, cocidas previamente en leche, y unas hortalizas también asadas; aunque las he puesto a parte, en otra bandeja, para que se cocinen en su propio jugo y no el del pollo, y las he asado a la vez, en la parte de arriba, para aprovechar el horno De esta manera se ahorra tiempo y energía ( luz/gas), algo que creo es importante.

¡ Me encantan este tipo de recetas en las que también se ahorra de la otra energía, de la energía humana, la del esfuerzo, porque apenas hay que trabajar, el horno lo hace por ti!

En el blog encontraras más recetas de pollo, otras alternativas que también te recomiendo: Pollo a la cerveza fácil , Pollo al horno de la abuela Paquita , Arroz frito con pollo y champiñones.

Cómo se hace:

Para el pollo:

-Limpia bien el pollo, comprueba que no tenga plumas ni restos de vísceras. Retira también los posibles excesos de grasa. Lávalo por dentro y por fuera, y sécalo a conciencia.

-Enciende el horno a 180º, calor arriba/abajo/aire.

-Pon el pollo en una fuente que pueda ir al horno. Corta el limón en dos y exprímelo por encima del pollo. Vierte también sobre el ave un chorro generoso de aceite de oliva (algo menos de medio vaso), añade sal y pimienta —si te gustan las hiervas: romero, tomillo, albahaca, etc., este es el momento de ponerlas— y frótalo con las manos para extender uniformemente el abobo.

– Introduce las mitades de limón exprimidas en el interior del pollo, junta las patas y átalas. Coloca el ave en la fuente con la pechuga hacia abajo, así evitarás que se seque por un exceso de calor. A media cocción tendrás que darle la vuelta para que se dore por todas pastes. Si colocas la fuente en la parte de abajo, tendrás sitio suficiente para poner encima otra bandeja con las verduras —al asar todo a la vez ahorrarás tiempo y luz/gas—.

-No te puedo concretar exactamente el tiempo que necesitará el horno: un pollo de casa tarda mucho más que uno comprado en la carnicería o en el super, y dentro de estos, no es lo mismo uno campero que uno de corral… Hay quien calcula 45 minutos de cocción por kilo de carne, así un pollo de un kilo y medio necesitará estar en el horno 1 hora y 10 minutos, más o menos. Pero esto es orientativo, si al pincharlo te sale un jugo clarito, probablemente, ya estará listo.

-No te olvides de darle la vuelta a los 40/45 minutos para que se dore por la parte de la pechuga. Además, de vez en cuando deberás rociar el pollo con la salsa.

-Recoge la salsa que haya soltado el pollo y ponla en una sartén pequeña, incorpora también el jugo de las hortalizas reservado y lleva al fuego. Deja que hierva unos minutos, y con el fuego apagado, añade una cucharadita de mantequilla o aceite de oliva, mueve la sartén hasta que se disuelva. Pasa la salsa a una salsera para que cada uno se sirva la que quiera.
Para las hortalizas

-Pela las zanahorias y las chalotas, y déjalas enteras.

-Pela también la calabaza y trocéala.

-Lava el pimiento y déjalo entero.

-La berenjena córtala a la mitad y con una puntilla haz cortes a lo largo y después transversales, a modo de enrejado (fíjate en la foto más abajo).

– Pon todos los vegetales, incluida la cabeza del ajo cortada a la mitad, sin amontonar en una bandeja de horno cubierta de papel de hornear y añádeles dos cucharadas de aceite de oliva, sal y pimienta. Frótalos un poco con las manos e introduce la bandeja en la parte de arriba del horno.

-Vigílalas de vez en cuando para que no se quemen y ve girándolas para que se doren por todas partes. Cuando el pimiento este asado retíralo a un recipiente con tapa, de esta manera te será más fácil quitarle la piel cuando enfríe.

– Tan pronto puedas pinchar con facilidad las zanahorias, que son las más duras, retira la bandeja del horno .— Pero no lo apagues, deja que se siga cocinando el pollo—

-Pela el pimiento y la berenjena, y córtalos en tiras.

-Coloca los vegetales en la fuente en la que los vayas a llevar a la mesa y recupera el jugo que hayan soltado en la fuente durante el asado y tras haber pelado el pimiento.

-Riega las hortalizas asadas con tres o cuatro cucharadas de este jugo — reserva el resto —, aceite de oliva virgen extra y sal gorda en el último momento. Adorna con los dientes de ajo después de haberles quitado la piel.
Para las castañas:

-Mientras trabaja el horno, prepara las castañas. Si las has comprado peladas salta al paso siguiente, pero de no ser así, hazles un corte en la piel dura y ponlas en un recipiente bajo y ancho para que no se solapen demasiado, cúbrelas con agua y cuécelas en el micro unos diez minutos. Después, quítales las dos pieles mientras aun están calientes.

-En un cazo pon el vaso de leche e introduce las castañas, un poco de sal y la ramita de hinojo. Cuécelas otros diez minutos.

-Cuela las castañas y añádelas a la bandeja del pollo hacía el final del asado, puedes aprovechar el momento de darle la vuelta para hacerlo. (Si, por lo que sea, las castañas ya están muy blanditas, añádeselas al final de todo, en los últimos cinco minutos, lo justo para que cojan el sabor del asado)

Sugerencias:

Que no te de cosa asar un pollo grande, porque las sobras te darán mucho juego: podrás utilizarlo al día siguiente para hacer croquetas, rellenar una lasaña o unos canelones, en ensaladas, en pasteles salados, o en recetas menos elaboradas como la tradicional ropa vieja o como tropezones para sopas. Y no creas que una vez escogida la carne el resto se puede ir a la basura porque no es así, con los huesos, las pieles y la salsa que te hayan sobrado puedes hacer una riquísima sopa de pollo: rehoga en un poco de aceite de oliva algún vegetal que tengas por la nevera, añádele los restos de pollo y cubre con agua. Cuece durante unos 20 minutos, rectifica de sal y, tras colar, tendrás un agua de sopa que, además de barata, estará buenísima. ¡¡¡Hazme caso!!!😉

2 comentarios sobre “Pollo asado al horno, receta fácil e infalible

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