Esta tarta fría sin horno es una de tantas, pero está ¡riquísima!.

La elaboración de este tipo de tartas frías y tan socorridas, ¡que todo hay que decirlo!, no es complicada, suelen llevar ingredientes que siempre hay en casa, y siguiendo los pasos y respetando los tiempos de las recetas ¡el éxito lo tienes asegurado!.

Como estas preparaciones no son amigas de las prisas, porque necesitan de un tiempo de reposo en la nevera o en el congelador para que al enfriarse cojan consistencia, lo mejor es que las hagas de un día para otro, —o sea, que no se trata de un postre que puedas improvisar sobre la macha, es necesario que lo planifiques con antelación. Inconveniente que puede transformarse en una ventaja en el caso, por ejemplo, de un día que tengas invitados, ya que te permitirá despreocuparte del postre y centrarte en el resto del menú—.

Si te animas a hacer esta tarta comprobarás que es un acierto utilizar una conserva tan común y «desprestigiada»; la mezcla del melocotón en almíbar y la galleta chocolateada combina perfectamente, al juntar la conserva triturada con el mascarpone se consigue una mousse suave y deliciosa, y al estar adornada con la cobertura de mermelada y gajos de la mismas fruta queda de un precioso color naranja… ¡no me digas que no parece un trocito de sol!.

Necesitas:

 

  • 200 gr de galletas (la que más te guste)
  • 80 gr de mantequilla
  • 40 gr de crema de cacao (tipo nocilla o nutela)
  • 250 gr de queso mascarpone
  • 200 ml de nata
  • 100 gr de azúcar
  • 2 huevos
  • 1 lata de melocotón en almíbar
  • 6 + 1 hojas de gelatina
  • 200 gr de mermelada de melocotón
Como se hace:

 

Base:

-Desmenuza las galletas en la picadora o mételas en una bolsa y machácalas con el rodillo. Añade la mantequilla fundida, la crema de cacao y mezcla todo muy bien. Cubre con esta mezcla la base de un molde desmoldable (previamente forrado con papel de horno para facilitar el desmoldado). Introdúcela en la nevera para que se endurezca.

Mousse:

-Pon a remojo en agua muy fría 6 hojas de gelatina.

-Separa las yemas de las claras y en un recipiente que pueda ir al baño María pon la mitad de la nata, el azúcar y las yemas batidas. Revuelve constantemente y a fuego bajo —es importante que no llegue a hervir porque se cortaría— Transcurridos 4 o 5 minutos retira del fuego y deja que enfríe.

-Trocea 6 mitades de melocotón, ponlos en el vaso de la batidora para hacer un puré y reserva.

-Calienta 4 cucharadas (unos 60 ml) de almíbar del melocotón y cuando esté a punto de hervir apaga el fuego (puedes utilizar el microondas). Añádele las hojas de gelatina bien escurridas, muévelas para que se disuelvan, pasa la mezcla a un bol grande y deja que se enfríen.

-Bate el resto de la nata con el queso mascarpone y móntalos ligeramente.

-Monta también las claras a punto de nieve.

-En el bol de la gelatina une todas las preparaciones; incorpora el puré de melocotón, la mezcla del queso y también la de las yemas ya fría. Remueve con cuidado y cuando todo esté bien integrado añade las claras a punto de nieve con movimientos envolventes, para que no se bajen.

-Cubre las paredes del molde con unas tiras de acetato o papel de horno (para no tener disgustos de última hora) y vierte la mezcla sobre la base de galletas. Da unos golpecitos sobre la mesa para que se asiente bien y no queden huecos. Deja toda la noche en el congelador.

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Cobertura:

-Al día siguiente hidrata 1 hoja de gelatina en agua fría. Calienta dos cucharadas (30 ml) de almíbar del melocotón y disuelve la gelatina bien escurrida.

-Calienta la mermelada en el micro o al baño María, añádela a la gelatina y mezcla  muy bien.

-Saca la tarta del congelador y cúbrela con esta mezcla.

– Pásala a la nevera y déjala  como mínimo dos horas.

– Adórnala  como más te guste, yo he utilizado melocotón y chocolate como en la base.

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Sugerencias:

 

No es imprescindible que metas la tarta en el congelador pero de esta manera se desamoldará mucho más fácilmente, pero si lo haces así acuérdate de pasarla a la nevera de dos a tres horas antes de servirla.

Por supuesto que puedes sustituir el melocotón en conserva por uno natural y más saludable, de esta forma se eliminarán los azucares añadidos que contiene el almíbar y estarán presentes únicamente las calorías y azúcares de la propia fruta, o mejor aun, utiliza mangos ¡te va a encantar!. Prueba también con otras frutas; fresas, frambuesas… (te recomiendo esta)

El queso mascarpone ya lo hay en casi todos los supermercados y grandes superficies, pero si en tu tienda habitual no lo encuentras lo puedes hacer en casa con nata o sustituirlo por un queso de untar.

¡Espero que te guste tanto como a nosotros!

Un saludo.

 

 

 

 

2 comentarios sobre “Tarta fría de melocotón y mascarpone

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