Tarta de fresas y nata, quizás no sea muy novedosa, pero está riquísima.
En donde vivo hay una pastelería que la tiene como una de sus principales especialidades y el comprarla aquí te garantiza un éxito seguro. Esta receta que te traigo hoy es muy parecida ( de hecho la persona que nos la dio, ya hace muchísimos años, dice que es la misma).
La preparación resulta un poco laboriosa, pero no es difícil. Te animo a que la hagas, primero porque hacer un postre siempre resulta divertido, o eso creo yo. Y segundo, porque conocer la procedencia y calidad de los productos que utilizas así como evitar algunos ingredientes que si se emplean en la repostería industrial, hace posible obtener elaboraciones mucho más saludables. Y ni que decir tiene el hecho de que te saldrá más a cuenta, y ya sabes que esto también es importante.
La primero que tienes que hacer es un bizcocho genovés, lo puedes hacer el día anterior para acortar pasos. Luego hay que abrirlo… y continuar con el proceso de todas las tartas.
Necesitas:
Para el bizcocho genovés
- 7 huevos a temperatura ambiente
- 7 cucharadas colmadas de azúcar
- 7 cucharadas colmadas de harina
- una pizca de sal
- ralladura de naranja o de limón o extracto de vainilla (optativo)
Para el relleno y cobertura
- 1 kg. de fresas
- 1 l. de nata
- 5 cucharadas de azúcar
- vainilla (mejor en vaina, pero el extracto vale perfectamente)
- un vaso de zumo de naranja
- canela en polvo para adornar
Como se hace:
Primero aclararte que esta tarta es muy grande, he empleado un molde de 32 cms. Para uno de 20/22 cms. con 4 o 5 huevos es suficiente.
Para el bizcocho genovés, bate los huevos con la sal, la ralladura y el azúcar, hasta obtener un punto de cinta. Añade la harina tamizada y mezcla suavemente. Introduce en un molde engrasado o con papel y lleva al horno precalentado a 180º.
Mientras lava y limpia las fresas. Reserva un poco menos de la mitad para adornar, intenta que sean las más bonitas y trocea la otra mitad. Mi consejo es que las pruebes y si consideras que no están suficientemente dulces que las pongas a marinar con dos cucharadas de azúcar en la nevera hasta que las necesites.
En un bol frío y seco pon la nata también muy fría, junto con la vainilla. Si utilizas una batidora de varillas, al principio empieza a velocidad baja y ve subiendo a medida que vaya espesando. Si lo haces a mano,» pues como buenamente puedas», pero lo más fácil es hacer medio litro primero y después el otro medio. Cuando la nata empiece a montarse ve añadiendo el azúcar en dos o tres veces. Ten cuidado, si bates de más se te puede hacer mantequilla. Fíjate en el color y si empieza a amarillear, ¡peligro!. Divídela en dos recipientes y guardalos en la nevera.
El bizcocho a estas alturas ya estará hecho. Cuando el bizcocho se haya enfriado córtalo por la mitad.
Exprime las naranjas y riega ambas partes con el zumo. No lo empapes demasiado.
Agrega las fresas que tienes troceadas a uno de los boles de nata montada y mezclalas suavemente para que no se baje la nata.
Coloca la parte del bizcocho que va a ser la base de la tarta en la bandeja de presentación. Para que no se manche haz tiras con papel de aluminio y ve rodeando la base de bizcocho. Reparte por encima el relleno de fresas y nata y cubre con la otra parte del bizcocho. Presiona un poco para que se asiente bien. La nata que salga por los lados extiéndela todo alrededor con ayuda de una espátula. Ya solo queda adornarla.
Pon un poco de nata, del otro bol que tienes en la nevera, en una manga pastelera y reserva en frío, con el resto cubre la tarta y extiéndela uniformemente por toda la superficie y los lados. Finalmente haz dibujos con ayuda de la manga. Corta en mitades las fresas reservadas y adorna la tarta. Por ultimo espolvorea un poco de canela. Retira con cuidado las tiras de papel de aluminio.
Sugerencias:
Como ves no es difícil. Si has decidido hacer el bizcocho el mismo día, aprovecha para hacer el resto del preparado mientras esté en el horno.
La dificultad, si es que la hay, puede estar en » la nata». Dos cosas que debes tener en cuenta, la temperatura, a la nata le encanta el frío, si hace mucho calor en la cocina o no la has tenido en la nevera puedes encontrarte con problemas. Y la cantidad de grasa de la nata, cuanta más materia grasa mejor te montará. Fíjate en el envase cuando la compres, como mínimo debe tener un 35% de M.G. Ya se que debes de estar pensando que más materia grasa igual a más calorías, y efectivamente es así pero también menos «añadidos», tiene solo un emulgente, y ahora fíjate en las otras versiones, light por ejemplo. ¡Así que más calorías si, pero más natural!